Carta Beige

Carta suicida…

Tal vez, cuando lean esto, yo ya no este aquí, seguramente mi cuerpo vacío, este dentro de un ataúd, en algún lugar del frio cementerio…

Mi cuerpo, era un cascaron abandonado, que ya no soportó más este dolor acumulado, y ya estaba destruido… es cierto… mi alma se caía en pedazos, y mi ser estaba seco de llorar, y fue, en ese momento, que decidí esto, seguramente no lo entenderán, tal vez no lo comprendas, y enojado me criticaras, me dirías que fui un tonto al hacer esto, me insultaras, dirás que fui un cobarde, que escogí la opción fácil… entonces, realmente no lo entiendes…

Esto, es algo con lo que no se puede lidiar, es algo que te consume como un cáncer, poco a poco, y mientras mas cerca estas de la etapa terminal, el dolor se intensifica… ¿sabes?, me pase muchas noches en vela, mientras daba vueltas en mi cama, llorando en silencio, pensando en como arreglarme, luche contra esto, me dije a mi mismo que no puedo dejarme vencer, me grite para poder entrar en razón, en que no puedo hacerme esto… pero el dolor era demasiado grande…

Fue doloroso, cada pastilla que cruzaba por mi garganta, fue una tortura, mientras mi cuerpo perdía fuerzas… y la luz de la misera vida me abandonaba… yo, nunca quise esto, nunca quise que mi vida acabara de esta manera, pero no lo pude evitar, este sufrimiento era muy intenso, que de apoco, se estaba tragando y sumiéndola en tristeza, empezaba a sentirme, como un muerto en vida… y eso duele… podrías decir, que entonces… ¿por que no se lo dije a nadie?¿por que no busque ayuda?… lo gracioso, es que lo intente, intente buscar auxilio, recordaba sus palabras: «Yo te ayudare, estaré ahí para ti, para cuando te sientas triste y solo, recuerda que aun me tienes ami, yo estoy para escucharte». Fue mentira, todo era mentira, se convirtieron en palabras huecas y vacías, sin ningún significado, por que intente hablarte, pero tu, me dijiste sobre todas tus preocupaciones, y que estabas ocupado… y yo, no quise incomodarte, solo te sonreí falsamente, y me aleje.

Ahora se, que verdaderamente, nadie me ayudara, estoy solo, nadie estará ahí para mi, nadie estará cuando este sumido en la tristeza, cuando me este consumiendo la melancolía, cunado mis lagrimas se desborden como un rio, y a mi pecho lo aprisione la angustia… ¡Realmente duele, esto duele!… fui demasiado ingenuo al creer en sus palabras, al creer que alguien me consolaría, que me escucharía… pero no hay nadie, mientras me marchito, la única que me abraza es la soledad, y mi compañera es la melancolía, y la depresión que me sujeta para que no me libere… algunas veces… su abrazo, parece reconfortante… pero luego recuerdo, que esto es lo que me esta matando.

Yo solo quería un abrazo, un hombro para llorar, una persona que me escuche… acaso… ¿eso era mucho pedir?… ¡No quería nada mas!¡NADA mas!… entonces, ¿por que?… ah… mientras escribo esto, mis lagrimas están cayendo, y los recuerdos de ustedes, llegan a mi como una película, inundando mi cabeza, recuerdo sus risas, y sus tontas promesas… promesas rotas, al igual que mi alma agonizante… yo solo estaba esperando, que tu me escucharas… solamente eso… dime… dime… yo, ¿te pedí demasiado?.

Este pedazo roto… te dice adiós…

Para siempre…